Hokkaido
Hokkaido, la región vinícola más septentrional de Japón, se destaca por sus vinos frescos y finos, influenciados por un clima frío y suelos volcánicos. Reconocida por sus variedades como Pinot Noir y Zweigelt, Hokkaido ofrece una expresión única y elegante de los vinos japoneses, ideal para enriquecer una bodega diversa.
Kochi
La región de Kochi en Japón, aunque conocida por su hermosa costa y tradiciones, está emergiendo como un terroir innovador para el vino. Los productores locales aprovechan el clima marítimo para crear vinos frescos y minerales. Los aficionados al vino descubren aquí una nueva armonía entre la tradición japonesa y las técnicas vitivinícolas modernas.
Kyushu
La región de Kyushu, en Japón, se destaca por su terroir único, influenciado por un clima subtropical y una volcanología fértil. Los viñedos de esta zona cultivan principalmente variedades de uva como el Muscat Bailey A y el Koshu. Los vinos de Kyushu ofrecen perfiles de sabor delicados y refinados, perfectos para los entusiastas curiosos por explorar la diversidad vinícola japonesa.
Nagano
La región de Nagano, en Japón, es famosa por sus vinos distintivos, beneficiándose de un clima fresco y suelos variados. Los viñedos se extienden a través de paisajes montañosos, produciendo variedades únicas como el Merlot y el Chardonnay. Un destino imprescindible para los amantes del vino que buscan explorar sabores exquisitos e innovadores en el panorama vitivinícola japonés.
Niigata
La región de Niigata, en Japón, es famosa por sus vinos elegantes, influenciados por un clima fresco y tierras fértiles. Conocida por sus excepcionales sakes, Niigata aprovecha su terroir único para producir vinos refinados, a menudo caracterizados por una hermosa mineralidad y una acidez equilibrada, perfectos para los amantes de los vinos frescos y delicados.
Yamanashi
La región de Yamanashi, corazón vitivinícola de Japón, es famosa por sus vinos distintivos, especialmente los elaborados con la uva autóctona Koshu. Situada al pie del Monte Fuji, disfruta de un microclima ideal. Los suelos volcánicos y las técnicas vitivinícolas japonesas combinan tradición e innovación, ofreciendo vinos elegantes, a menudo con notas delicadas y frescas, perfectos para un descubrimiento único.